Nuestro trabajo no cesa, actualmente estamos articulando con el Grupo de atención de niñez y adolescencia trans (GANAT). equipo interdisciplinario del Hospital Durand, en dónde acompañamos a un niño autopercibido niña y a su familia.
Este planteo puede llegar cualquier día a cualquier padre. A partir de los dos años, las y los niños pueden expresar que no se sienten bien con sus características físicas o con el rol genérico que les asignaron al nacer. «Hay tantas identidades como personas y todas merecen ser validadas»,
Es responsabilidad de todos y de todas el construir una sociedad más igualitaria desde las etapas más tempranas de desarrollo humano: la primera infancia (0-5 años), la infancia (6 – 11 años), y la adolescencia (12-18 años).
Nuestras sociedades están cargadas de estereotipos; desde que nacemos se nos marca cómo tenemos que ser en función de nuestro género. Esto encajona y pone barreras a nuestro desarrollo, impidiéndonos ser libres en las elecciones, y lo que es peor, promoviendo la discriminación entre los niños y las niñas, entre los hombres y las mujeres.